Ya han terminado los IV Cursos Europeos de Verano que organizamos Fundación Diario de Navarra y Equipo Europa con Pablo Zalba como comisario y con todo el equipo de Fundación Diario de Navarra a la cabeza. En esta ocasión, Equipo Europa ha formado parte de la organización del evento con la excusa del Año Europeo de la Juventud, pero con la vocación de seguir colaborando en los próximos años.
Se ha escrito mucho en Diario de Navarra y también en EuroEFE sobre estos Cursos de Verano y no me voy a detener en este artículo en resumir todas las intervenciones y actividades. En realidad, quiero detenerme en algunas ideas que a nivel personal me han transmitido estos días en Pamplona con decenas de socios y socias de Equipo Europa y también con algunos invitados y amigos.
El valor de la humildad
Organizar un evento de tres días con actividades por la mañana, por la tarde y por la noche no es tarea fácil. En Equipo Europa Navarra hemos conseguido algo de experiencia con este tema a lo largo de los últimos meses, pero siempre es un reto traer a tantas personas a Pamplona, muchas de ellas desconocidas, integrarlas y conseguir que al terminar quieran repetir.
Esto no lo conseguiríamos si no contásemos con un equipo de personas no sólo comprometidas con la Unión Europea, sino también humildes, honestas y dispuestas a trabajar sin buscar ningún tipo de protagonismo. Han sido muchos los socios de Navarra que han apoyado la organización con su tiempo y sus vacaciones sin buscar a cambio ningún rédito personal más allá de aprender y pasarlo bien, que tampoco es poca cosa.
El valor de la humildad es ser investigador de Oxford e intentar pasar desapercibido, como uno más. El valor de la humildad es madrugar más que tus compañeros en tus vacaciones para preparar las bolsas de los Cursos Europeos de Verano.
El valor de la humildad es compartir tus conocimientos con tus compañeros, compartirlos no únicamente en una conferencia, sino en un café, en una comida, en una cena o en una discoteca. Compartirlos hasta altas horas de la noche. Compartirlos en convivencia, de igual a igual. Compartir no es únicamente lanzar mensajes unidireccionales, sino escuchar al de en frente, aunque no sea investigador de alguna gran universidad europea.
Formo parte de Equipo Europa desde hace dos años, pero realmente me apasiona desde hace doce meses, cuando conocí presencialmente en Estrasburgo a unos cuantos socios que hoy son grandes amigos. Lo que en aquel momento descubrí fue a personas jóvenes y con grandes conocimientos en sus áreas que estaban dispuestas a compartirlos con los demás. Cada evento presencial de Equipo Europa, tal y como me decía Xabier Fernández el sábado en un audio a las 6 de la mañana, nos demuestra lo ignorantes que somos en tantas cosas y, por tanto, el amplio margen que tenemos para mejorar, aunque solo sea por envidia. Nos enseña, en definitiva, a ser humildes.
El valor del agradecimiento
Para Equipo Europa, la colaboración con Diario de Navarra es una gran oportunidad. Si con algo he disfrutado estos días es con la gratitud que han mostrado, por un lado, Luis Colina, Pablo Zalba, Tito Navarro o Belén Galindo con Equipo Europa y, por otro lado, los socios de nuestra organización con Diario de Navarra.
Unir fuerzas para defender una causa como el europeísmo es fundamental. Creo que Diario de Navarra acierta a la hora de contar con la sociedad civil organizada para defender una idea política que une a la gran mayoría de los navarros y de los españoles en general.
Agradezco mucho a todas las personas que han venido desde casi todas las comunidades autónomas a Pamplona para asistir a los Cursos Europeos de Verano, pero quiero destacar la ilusión que me ha hecho ver a una persona en concreto. Se trata de Jairo Císcar, estudiante de Historia y Relaciones Internacionales en la Universidad de Navarra, al que conozco desde hace años. Aunque muchas veces le había animado a venir a algún evento de Equipo Europa, nunca nos había acompañado hasta ahora. Jairo pensaba que éramos un grupo de eurofrikis que aplauden todo lo que hace la Comisión Europea. Sin embargo, ha descubierto que esta no es la realidad. Puede que seamos eurofrikis, y puede que eso sea raro, pero somos profundamente reformistas.
Me ilusiona el cambio de opinión de Jairo porque es el reflejo de lo que les ocurre a algunas personas que se acercan a Equipo Europa. Al principio, son dudas y frialdad, prejuicios en muchos casos. Una vez nos encontramos en un evento presencial llega la fase del enamoramiento en todos los sentidos de la palabra. La aportación de personas nuevas es fundamental porque Equipo Europa vive de la renovación constante. Estoy convencido que el enamoramiento también podría llegar a aquellas personas que se muestran recelosas y nos critican desde fuera, aunque quizás se trata de envidia o de un euroescepticismo bien ocultado.
Agradezco mucho a tantos compañeros de Equipo Europa que comparten conmigo este camino y se han convertido en apenas unos meses en amigos en los que puedo confiar mis preocupaciones. No todo ha sido fácil en la organización y gestión (logística y emocional) de estos Cursos y han estado ahí en todo momento.
El impacto en Navarra
Casi 70 jóvenes de Equipo Europa hemos participado en estos Cursos Europeos de Verano. Si esta actividad de Diario de Navarra ya había conseguido en los últimos años poner en la agenda europeísta a Pamplona durante los últimos días de verano, ahora tenemos que celebrar que se convierte en un motor de desarrollo turístico de nuestra ciudad.
La mayoría de los asistentes de Navarra ajenos a Equipo Europa se han sorprendido de ver a tantos jóvenes de toda España interesados en unos Cursos que muchos no entendían hasta hace poco. La pandemia y la guerra han vuelto a demostrar que la Unión Europea sí importa.
Tanto Pamplona como Navarra tenemos que despertar del ligero letargo en el que hemos vivido en los últimos años y creérnoslo más. ¿Por qué no vamos a conseguir liderar la agenda política con unos Cursos Europeos de Verano en Pamplona?
Las fotos publicadas en este artículo son de Arizcuren y Osés (Diario de Navarra)
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