La mano de bronce del siglo I a. C. hallada en Irulegui en junio de 2021 con una inscripción en vascónico antiguo es el hallazgo más importante en la arqueología navarra en los últimos años y también uno de los más relevantes a nivel nacional. Lo es porque contiene un texto de cuatro líneas con cinco palabras, de las cuales sabemos que la primera, Sorioneku, está en protovasco y quiere decir “de buena fortuna”. Es, por tanto, la inscripción en lengua vascónica más antigua hasta la fecha si exceptuamos los antropónimos del Bronce de Áscoli.
Los que nos dedicamos al estudio de los vascones antiguos, en mi caso sobre todo desde la perspectiva historiográfica, sabemos que si el territorio de los vascones antiguos se caracterizó por algo, eso fue por la diversidad étnica y lingüística. Lejos de los paradigmas esencialistas que hemos sufrido con este tema, esta pieza vuelve a subrayar ese crisol de culturas que fue el territorio asignado por las fuentes clásicas a los vascones antiguos.
De hecho, el texto de la pieza incluye algunos elementos que indican que el texto vascónico puede ser una adaptación desde el signario ibérico. Diversos lingüistas han apuntado en los últimos años que la lengua mayoritaria en el territorio de los vascones, o al menos la de los grupos dominantes, debió de ser el celtibérico, sobre todo si tenemos en cuenta los rótulos monetales.
Por eso, no nos debemos llevar a engaño. La mano de Irulegui, de extraordinaria relevancia histórica, confirma lo que ya sabíamos: en el territorio de los vascones se hablaba vasco antiguo, del que el euskera es lengua heredera. Y confirma lo que ya sospechábamos: algunos vascones también escribían en protovasco. Pero este hallazgo, vinculado a un espacio doméstico de carácter privado, no parece indicar que el vascónico fuese la lengua mayoritaria o fuese la de las élites indígenas.
La mano de bronce, resultado de las excavaciones de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en el oppidum protohistórico de Irulegui, ha sido estudiada por los lingüistas Joaquín Gorrochategui y Javier Velaza, ambos expertos de referencia en lenguas paleohispánicas. La investigación está, por tanto, en las mejores manos.
Este trabajo vuelve a poner de relieve la importancia de la interdisciplinariedad de una investigación que ha contado, y deberá contar en el futuro, con arqueólogos, restauradores, químicos, historiadores y filólogos. Sólo con el trabajo conjunto de todos estos profesionales, y con el imprescindible apoyo de la administración pública, avanzaremos en el conocimiento de la Antigüedad de Navarra y de las lenguas que se hablaron en el territorio de los vascones, sobre los que todavía nos queda mucho por conocer.
No lo había leido hasta ahora, Javier. La verdad es que está muy bien. Me suscribo para evitar la próxima perderme la entrada.
Muchas gracias, Javier. Creo que conoces mis intereses, así que hay variedad. ¡Un abrazo!