Buenas tardes:
Ilustrísimas autoridades presentes, especialmente aquellas que venís de otros países, parlamentarios, concejales, estimado presidente de la Fundación Diario de Navarra, querido Luis, estimado presidente de la Cámara de Comercio, Javier Taberna, muchísimas gracias por acogernos en vuestra casa, estimados Pablo, Tito, Belén, queridos socios y socias de Equipo Europa, bienvenidos a Pamplona y a este acto que da comienzo a los V Cursos Europeos de Verano que organizamos Fundación Diario de Navarra y Equipo Europa.
Ya es la segunda edición en la que colaboramos desde Equipo Europa en estos Cursos. Es cierto que hoy empiezan los cuatro días de aprendizaje, pero casi tengo la sensación de que hoy terminan los CEV, sobre todo porque todo el equipo hemos estado trabajando intensamente a lo largo de este año. Ahora toca disfrutar de verdad.
Desde Equipo Europa colaboramos con diversas instituciones, asociaciones o fundaciones, pero ninguna apuesta por nosotros tanto como Fundación Diario de Navarra. Nuestra colaboración no se circunscribe solamente a estos Cursos, en los que tenemos un espacio para aprender, explicar nuestras ideas y también desarrollarnos como profesionales, sino que este año hemos ido más allá con la colaboración en la organización de la I Olimpiada sobre la Unión Europea y, sobre todo, con la publicación cada dos semanas de artículos de Equipo Europa en la edición impresa y digital de Diario de Navarra. Por todo ello, os queremos dar las gracias.
Y creo que en este acto, en el que os damos la bienvenida a unos 75 socios de Equipo Europa llegados de toda España que vais a participar en estos Cursos, no hay mejor hilo conductor que las ideas que habéis expuesto muchos de vosotros en Diario de Navarra, proyecto que he coordinado este año con Edurne Garde. Han sido 22 artículos repletos de ideas que voy a intentar resumir.
Escribía estos días Eva Infante, nueva portavoz de Equipo Europa en Navarra, que la Unión Europea tiene un desafío pendiente y es el de hacerse cercana y comprensible. Eva identifica la Unión Europea con “un cuadro impresionista, compuesto por miles de trazos sobre el lienzo, de diferente tamaño y color, que únicamente al ser vistos en perspectiva nos darán una visión nítida”. Lo cierto es que sólo tomando perspectiva histórica podremos darnos cuenta del milagro europeo, que supone aproximarse a la utopía kantiana de la “paz perpetua”. Y es que, como decía, Stefan Zweig, “la violencia siempre adquiere nuevas formas”.
El antídoto frente al desconocimiento está claro: el europeísmo “a pie de calle”, como demandaba Gonzalo Martín, nuestro presidente, en otro artículo hace unas semanas. Otra opción es la de Íñigo Gallego, que a las puertas de los Sanfermines nos explicaba que ya San Fermín era europeo y se fue de Erasmus a Francia. Nada nuevo bajo el sol.
Algunos de los artículos tienen mucha relación con los temas que vamos a tratar estos Cursos. Por ejemplo, Rubén Cavero, portavoz en Madrid, aseguraba desde Taiwán que “las decisiones que allí se tomen tendrán consecuencias a nivel mundial como consecuencia del choque entre el imperio estadounidense y el chino”. Y Ariana Betalleluz, delegada de Formación en Navarra, reivindicaba a la UE como actor global después de la visita de los líderes europeos a China en abril.
También Pablo Allende, nuestro vocal de Relaciones Institucionales, habló sobre precariedad juvenil y pidió terminar con las “prácticas no remuneradas como una forma de explotación”. Estos son solo unos ejemplos a los que podríamos añadir otros como la reciente petición de nuestro secretario en Navarra Iván Sánchez para que los partidos españoles se comporten de una manera similar a como lo hacen en el Parlamento Europeo o artículos sobre inteligencia artificial y Chat GPT de María Ortega y Aitor Ugarte o sobre nuestras relaciones con Reino Unido, por parte de Víctor García de la Vega.
Todos estos temas, muy diversos, reflejan lo que es Equipo Europa. Una comunidad de jóvenes de intereses diversos, de formaciones variadas y de ideologías diferentes, que comparten un objetivo común: fortalecer la democracia europea incorporando a cada vez más jóvenes a su construcción. Para ello, ejemplos como el de Josep Piqué, al que galardonaremos mañana, son especialmente alentadores.
Escribe Guillermo Altares, en el libro “Los silencios de la libertad”, que gustosamente he leído este verano después de que me lo regalase Jon Antomás, que “la libertad es sobre todo poder vivir en un Estado que nos ayuda, en la medida de lo posible, a ser un poco más felices, que nos soluciona problemas, que nos deja crecer y mantener nuestras propias opiniones, que nos permite, por encima de todo, vivir sin miedo”. Es muy complicado intuir el momento en que perdemos la libertad. Desde Roma, los europeos tardamos 20 siglos en volver a ser ciudadanos. Por eso hay que dejarlo claro: la libertad es la Unión Europea. Defendámosla y llevémosla a todos los europeos, sobre todo a los que más luchan por ella.