Ilustrísima embajadora adjunta de la República Checa Daniela Capková, ilustrísimas autoridades presentes, vicepresidente, consejero y consejera, parlamentarios, concejales, estimado presidente de la Fundación Diario de Navarra, querido Luis, estimado presidente de la Cámara de Comercio, Javier Taberna, muchísimas gracias por acogernos en tu casa, estimados Pablo, Tito, Belén, queridos socios y socias de Equipo Europa, bienvenidos a Pamplona y a este acto que da comienzo a los IV Cursos Europeos de Verano que organizamos Fundación Diario de Navarra y Equipo Europa.
El año pasado, tras terminar los últimos Cursos de Verano, le mandé un mensaje a Pablo Zalba y le dije: “Si queréis contar con Equipo Europa para futuras ediciones, ya sabes que estamos a vuestro servicio”. Unos meses después, Tito Navarro me contactó por LinkedIn: “Javier, te sigo en Twitter y te veo muy interesado por la UE. Me gustaría quedar contigo y valorar posible colaboración”.
Dicho y hecho. En febrero firmamos un acuerdo de colaboración para organizar los Cursos Europeos de Verano y traer a decenas de jóvenes europeístas. Vamos a ser más de 60 los que participemos en los Cursos, desde investigadores de Oxford o Sciences Po, a jóvenes estudiantes de primero de carrera de toda España, de Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid, Euskadi, Aragón, Cataluña, Islas Canarias, Baleares y, por supuesto, Navarra. Muchísimas gracias a todos por acercaros a nuestra tierra para aprender y celebrar el Año Europeo de la Juventud.
Permitidme que, tras estas palabras iniciales, ahora comparta una reflexión con vosotros.
La Unión Europea es un proyecto de paz y de democracia. Conseguimos hacer la paz y la democracia entre los europeos. La idea de Europa con la que tantas generaciones ha soñado y que hoy defendemos está indisolublemente ligada con la idea de paz y con la idea de democracia.
Ahora que un país europeo como es Ucrania se ha visto atacado por un enemigo autoritario y antidemocrático, es decir, antieuropeo, debemos volver a recordar lo que somos. La Unión Europea no nació para ejercer una supremacía militar en el Viejo Continente, ni siquiera para responder de forma coordinada a una pandemia. El proyecto europeo nació para la paz, para que la paz estuviese construida sobre las bases de una dependencia económica que nos hiciera más fuertes juntos.
Y ahora la paz pasa precisamente por ayudar a Ucrania, por no dejarla sola, por entender que su supervivencia como nación soberana no sólo es lo justo, sino también lo que nos conviene. Para ello, Europa debe “aprender a hablar el lenguaje del poder”, como tantas veces repite Josep Borrell.
A lo largo de estos Cursos Europeos de Verano vamos a hablar de todas las consecuencias energéticas y, por tanto, económicas, que está dejando esta guerra que ya dura seis meses sobre nuestros países. Pero no debemos olvidar por qué hemos llegado hasta aquí y por qué motivos, qué es lo que estamos defendiendo.
La civilización europea se ha construido en nuestra historia reciente sobre la libertad política, la prosperidad económica y la cohesión social. Ya está bien de ser tan críticos, tan autocríticos con nosotros mismos, que olvidamos que el mundo en el que vivimos es peligroso, que la paz no es el estado natural de las cosas, es la guerra, que la libertad política está en decadencia, la prosperidad económica cada vez depende más de países autoritarios y la cohesión social es cada vez más complicada de conseguir. Debemos defender todo esto, y defenderlo todos los días. En eso consiste el europeísmo.
Para que la Unión Europea sobreviva debemos integrarnos más. Solo la unidad de los europeos nos permitirá sobrevivir. Ante la crisis económica que viene y quizás política si las elecciones en Italia nos traen un resultado favorable al populismo, Europa va a volver a vivir una crisis sobre su unidad.
La civilización europea que conocemos hoy puede volver a fragmentarse como antes lo hicieron el Imperio Romano o el Carolingio, antecedentes históricos y culturales de la integración europea. Puede volver a fragmentarse y convertirse en el campo de batalla de potencias que hoy son imperios o aspiran a volver a serlo, como es el caso de Rusia.
Equipo Europa nació en 2019 para acercar la Unión Europea a los jóvenes como una organización apartidista, pero no apolítica. Somos políticos porque entendemos que la Unión Europea también puede tener un final y que para evitarlo debemos comprometernos, comprometernos más, y promover la integración europea. Aquellos que llegamos al europeísmo cuando el Brexit nos exigió a los jóvenes una respuesta cívica en favor de la unidad de los europeos creo que podemos decir que en estos últimos tres años ser europeísta ha vuelto a ser sencillo, las instituciones nos lo han puesto relativamente fácil.
Si en los años 80, España vivió un fervor europeísta como consecuencia de nuestra incorporación a la Comunidad Económica Europea, la juventud de hoy en día está viviendo un nuevo fervor facilitado por los Erasmus y los viajes baratos de Ryanair. Estamos viviendo un renacer de una cultura europea que ya no es sólo el latín de Roma, ni tampoco el ferrocarril del siglo XIX, sino una realidad compartida de anhelos, problemas y soluciones que tienen, todos ellos, una respuesta europea.
Navarra siempre ha sido muy europea. Algunas dinastías de reyes franceses han gobernado sobre nuestra tierra, el Camino de Santiago o la Vía Carlomagno vertebran nuestro territorio y Roncesvalles es un hito emblemático del europeísmo de todo el continente. La civilización europea política sobrevivirá si la defendemos, pero la civilización cultural nunca desaparecerá, porque se ha forjado a lo largo de los siglos entre los hilos que tejen la historia.
No puedo terminar sin agradecer a Diario de Navarra su interés en colaborar con nosotros, con Equipo Europa. En lo personal, trabajar con el periódico que siempre se ha leído en mi familia, con el que he crecido, y que acompañó siempre a mis cuatro abuelos, es una suerte y un honor. Muchas gracias por promover con nosotros el europeísmo, que hoy sigue siendo tan necesario como hace 80 años.
Este discurso ha sido pronunciado en la inauguración de los IV Cursos Europeos de Verano de Fundación Diario de Navarra y Equipo Europa (23 de agosto de 2022).
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