En España tenemos grandes deportistas, deportistas que lo han conseguido todo, absolutamente todo, pero ninguno como el que será hoy nuestro abanderado en la presentación de los Juegos Olímpicos. En el evento que es por antonomasia la máxima expresión del deporte y que representa valores como el sacrificio, la entrega, el respeto y la deportividad, no hay ningún otro deportista que represente mejor esos valores que Rafa Nadal.
Sería egoísta afirmar que otros deportistas como Javier Gómez Noya, Mireia Belmonte o Ruth Beitia no se merecían el honor de llevar la bandera de España en la jornada inaugural pero si tenemos en cuenta que Nadal ha sido elegido por unanimidad por todas las federaciones olímpicas españolas no cabe duda de que la elección ha sido la acertada.
Hace cuatro años una lesión le negó a Nadal el derecho a defender su oro olímpico de Pekín en Londres y hoy, fuera de todas las quinielas, se le presenta la posibilidad de demostrar que él nunca se fue. Se le presenta la oportunidad de demostrar que el 2015 ya está olvidado y que, de nuevo, vuelve a aspirar a todo. “El matador”, como algunos le llaman, no se va a conformar con el diploma olímpico, tampoco con el bronce, ni con la plata. Él va a pelear por el oro en cada una de las tres disciplinas en las que va a competir y, por ello, es el mayor y el mejor competidor de la historia del tenis.
Sí, va a competir en las tres disciplinas. Pese a que en el último mes algunos medios han especulado con que Nadal iba a renunciar a los individuales e incluso a los Juegos, el español lo ha dado todo para estar en Río y disputar las tres disciplinas. De haber sido otro torneo él habría renunciado a participar pero para Rafa no hay mayor orgullo que competir en unos Juegos representando a su país y lo que es más, portar la bandera nacional. Aunque sea jugando con dolor y sufriendo, como lo ha hecho a lo largo de toda su carrera para convertirse en lo que hoy es, todo un gladiador.
Es innegable que Nadal no pasa por su mejor momento deportivo y que no parte como favorito para llevarse una medalla en estos Juegos Olímpicos puesto que no compite desde Roland Garros pero no por ello el Comité Olímpico Español ha optado por un abanderado con más opciones de medalla. Esto se debe a que si hay algún deportista que ha resurgido de sus cenizas una y otra vez y que tiene mayor capacidad de volver al mejor nivel tras sus lesiones, ese es el manacorí. A lo largo de años hemos visto cómo Nadal volvía de lesiones a su mejor nivel y deslumbraba a todo el mundo ganando más y más Grand Slams. Nadal regresó a las pistas en 2013 tras una larga lesión en Viña del Mar jugando contra Delbonis para finalmente completar el mejor año de su carrera y, ahora, volverá a verse las caras pasado mañana en su debut con el argentino.
Hoy comienzan los Juegos Olímpicos. Todo el mundo ya mira a Río de Janeiro y solo nos queda disfrutar, disfrutar de nuestros deportistas, de sus medallas y de sus victorias pero también de sus derrotas, porque solo haber llegado a Río ya es un éxito para todos ellos.
Hace cuatros años fue Pau Gasol el abanderado y ahora es Nadal el que le releva. Nadal y Gasol representan lo mejor del deporte español, lo mejor de España y a partir de mañana volverán a representarnos en unas Olimpiadas. ¡Qué orgullo! Ellos son el orgullo de un país. Ellos son el orgullo de España.
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