“Alemanes, alemanas, tened bien claro que los enemigos son los judíos. Ellos nos roban, abusan de nuestra bondad germana e invaden nuestras ciudades con su sucio dinero” Estas frases podrían haber sido pronunciadas perfectamente por Adolf Hitler o cualquier Nazi hace 75 años en Europa. No me cabe la menor duda de que cualquier persona en la actualidad rechaza totalmente este tipo de declaraciones, pero por aquel entonces no eran tantas las que se habían dado cuenta del peligro de estas ideas.
“El enemigo es el estado español. Los enemigos son los partidos políticos catalanes españolistas como Ciudadanos y el PP” Desgraciadamente, estas han sido algunas de las desafortunadas, pero intencionadas, declaraciones de Carme Forcadell, nueva presidenta del parlamento catalán.
Son pocas las diferencias que separan a estos dos discursos que acabo de citar, pero el segundo suena a democracia y a liberación para muchos. No es así, suena a odio y a ideas totalmente anticuadas, al igual que el separatismo, como el propio Artur Mas expresó hace unos años, antes de meterse de lleno en este desafío para huir de la justicia.
Los mismos que han estado tantos y tantos años catalogando de “fachas” erróneamente a los catalanes que, con total derecho, se mostraban españoles, además de haber pecado de ignorancia, se han convertido en aquello que antes repudiaban y asqueaban.
No pretendo, ni mucho menos, acusar de nazis a Artur Mas y compañía, pero hay algunas actitudes que por supuesto, merecen la pena nombrar para que los que predican como liberadores de un pueblo esclavizado, los que se creen Nelson Mandela, dejen de mentir y de engañar a tanta gente.
Una de los rasgos que ha caracterizado a lo largo de la historia a tiranos y dictadores ha sido atacar a todo el mundo que no piense como ellos, eliminarlos y tratar de marginarlos hasta que la sociedad se vuelva contra ellos. ¿Acaso no es lo que hace Forcadell con sus palabras? ¡Los que no sean independentistas y el resto de españoles son el enemigo! ¿Qué sabe esta dirigente de pluralismo, de libertad de opinión y de democracia?
De lo que sí sabe es de cómo crear odio, desde luego. Para ellos es como una religión, una obsesión que han puesto en práctica en Cataluña en los últimos años y que ahora ha aflorado por culpa de la crisis. Al igual que se hizo con los judíos, han declarado a España y a los españoles los ladrones, la causa de sus males. Esto ha calado, por supuesto, en la juventud, sin ninguna duda más susceptible a manipulaciones. Aún recuerdo cómo hace apenas un año, un grupo de catalanes de mi edad nos contaba al resto de españoles estas historias, que ellos defendían hasta el final, y que a pesar de que nos consideraban y les considerábamos sus amigos, nos deseaban lo peor en el futuro. A nosotros y al resto de españoles.
Convocasteis unas elecciones plebiscitarias y las perdisteis, participasteis en la elaboración de la Constitución y ahora prometéis incumplirla, manipulasteis y manipuláis todos los ámbitos de la sociedad, desde el deporte hasta la política, mentís y robáis a vuestro pueblo. No sólo dinero. Sois los ladrones de su libertad.
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