El mundo y especialmente Europa están conmocionados por la oleada de refugiados que tratan de venir al Viejo Continente en busca de una vida mejor huyendo de la Guerra Civil que está teniendo lugar desde hace varios años en Siria causada por el hartazgo de los sectores civiles hacia su dictador Bashar al Assad, por lo que parece conveniente recordar cómo se ha llegado a esta dramática situación y quiénes deben asumir responsabilidades.
Si bien es cierto que la comunidad internacional no tardó en intervenir en Libia, con el resultado de la caída de su dictador, Gadafi, o se dejó caer a Mubarak en Egipto, ¿por qué no se ha intervenido en Siria? Hay dos razones fundamentales. La primera es la ausencia de recursos económicos y energéticos en la zona, por lo que las potencias occidentales no tienen con que ser pagados a cambio de salvar a los ciudadanos sirios de sus penurias y su desastre. Por poner un ejemplo, es muy conocido como en Libia había unos importantes intereses económicos, debido a la existencia de grandes recursos petrolíferos, de ahí que Occidente no tardase en tomar partido.
La segunda razón, pero no menos importante, es la negativa de Rusia a que la OTAN intervenga en el país árabe, Rusia no quiere ver como el último aliado regional de Putin cae en manos de Washington. Bashar al Assad representa una línea roja para el país exsoviético por varias razones pero principalmente porque cree que ya ha cedido lo suficiente dejando caer a Mubarak en Egipto, reconocido aliado de Putin. Además, Siria compra una gran cantidad de armamento a Rusia. No es muy difícil ver la relación entre la intervención de Rusia en Chechenia y la de Bashar al Assad en su pueblo ya que ambas se hicieron alegando que los chechenos eran terroristas y que los rebeldes sirios eran más de lo mismo.
Posiblemente, si Occidente hubiese tenido intereses económicos ya se hubiese intervenido y miles, cientos de miles de vidas se hubieran salvado ya que, a pesar de la negativa de Rusia y China, no tengo ninguna duda de que la ONU se lo hubiese tomado más en serio ignorando a rusos y chinos.
Por lo tanto, las dos razones del exilio de tantos cientos de miles de personas son dos, el orgullo ruso y la codicia norteamericana y como sé que alguno que otro se va a confundir, ambos tienen la misma parte de culpa. Llevado al extremo, podría decir que la culpa de la muerte del pequeño Aylan la tienen estos dos países. ¡Cómo ellos no se van a comer el marrón! Nos lo tenemos que comer los europeos con mucho tesón al igual que siempre.
Eso sí, ahora es cuando se tiene que ver el espíritu de la Unión Europea, ese espíritu de solidaridad, de olvidar las fronteras, de que nadie importe más que otra persona. Ese espíritu ya se está empezando a ver en las calles, con muchas personas colaborando con esta causa pero, ¿se verá en los gobiernos? La sociedad española ya se ha movilizado. Rajoy, movilízate.
Y mientras tanto, ¿qué es lo que les espera a los sirios? Penurias, pobreza, muertes y más guerra. Recapacitemos, este es el mundo en el que realmente vivimos.
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