Estaba acabado decían, su confianza no iba a volver aseguraban, pero mientras tanto él trabajaba, luchaba y en silencio, Rafa Nadal, el mejor deportista español de todos los tiempos, ha vuelto. The King is Back.
Este fin de semana he tenido la oportunidad de desplazarme a Madrid para disfrutar de los mejores tenistas del mundo y del mejor tenis, y he tenido la suerte de cumplir un sueño habiendo visto jugar contra Berdych a Rafa Nadal, además de la final femenina.
Antes del partido pensaba “Que pena que no le vaya a ver en otro momento de su carrera, en 2013 por ejemplo”, ya que como todos pensaba que Nadal no nos iba a deleitar con su mejor juego, pero nada más lejos de la realidad, Rafa demostró que seguía ahí y que nunca se había ido y que sus mejores golpes estaban a la altura de otros tiempos mejores. Después del partido y con un rostro inmensamente feliz comenté “Que suerte hemos tenido de presenciar un partido histórico en la carrera de Nadal, un punto de inflexión que ha traído de vuelta a la mejor versión de Rafa, a uno de los mejores tenistas de la historia, al que nunca se rinde y al eterno campeón”.
Tengo que destacar de esta inigualable experiencia el aspecto que traía la Caja Mágica para asistir a otro partidazo del manacorí, vestida de gala como en las mejores citas. A veces es difícil encontrar gente que realmente sepa con la que hablar de tenis en nuestro ambiente ya que es un deporte muy practicado, pero no tanto seguido, y es por ello que la atmósfera que envolvía al Estadio Manolo Santana y a todo el complejo de la Caja Mágica me ha dejado impresionado. Puedo decir que este fin de semana he respirado tenis. En cambio, lo que siempre recordaré es el apoyo del público español a Nadal, que convirtió a la pista central del Mutua Madrid Open en una olla a presión en cada punto que agobiaba a Berdych con nuestros infinitos aplausos, nuestros cánticos “Rafa, Rafa…”, nuestras emociones contenidas y nuestras intensas celebraciones.
Ha tardado algo más de cinco meses pero Nadal ha vuelto. Lo avisaba el propio Rafa, también lo avisaban Toni, Ferrer, Murray, Federer o Djokovic. Lo avisaba todo el mundo y muchos lo aseguraron el sábado, y el domingo no tardaron en olvidarse de sus palabras, pero yo no creo que ni el partido del sábado marcase su vuelta, sino que lo han marcado una serie de buenos partidos con seguridad y confianza, ni tampoco su fugaz marcha un mal partido tras cuatro buenos. Es cierto que no tiene la fiabilidad de antes, pero poco a poco la recuperará. De eso no cabe duda. También he escuchado a algún periodista asegurar que “Nadal ha ganado 5 juegos ante el primer rival que le ha mostrado oposición”. Alguien que dice eso me demuestra que no vio el partido ante Berdych, que fue un partido con una dudosa igualdad en el primer set (Para mí Rafa fue un poco superior) y con un segundo set en el que Nadal jugó como nunca, con una superioridad aplastante contra la que el checo no podía hacer nada. Tomas hizo lo que pudo, lo que le dejó Nadal.
Quizás lo fácil sería haber renunciado a escribir a este artículo tras la derrota de Nadal en la final ante Murray, pero me mantengo en mis trece y como he ido comentando a lo largo de este artículo, The King is back.
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