Magnífica, increíble, adjetivos que describen a la perfección esta película 100% cantada con un reparto excepcional contando con Russel Crowe, Hugh Jackman, Anne Hathaway, Amanda Seyfried y Eddie Redmayne.
Realmente no sé por donde empezar, pero quizás, lo mejor es empezar con el único reproche que le puedo sacar a esta película, que es la presencia de Anne Hathaway, una actriz, que sinceramente no soporto, aunque tal vez solo sea mi opinión. Los primeros tres cuartos de hora, en los que aparece casi exclusivamente esta actriz, además de Hugh Jackman, con apariciones fugaces de Russel Crowe, el mejor, del que luego hablaré, me resultaban algo pesados.
A medida que avanzaba la película y cobraban importancia otros personajes, la película se hacía más interesante, con canciones más emocionantes, idealistas, que hablaban de la libertad, de los derechos del hombre, del fin de la esclavitud ¡De la rebelión! Concretamente, de las ideas revolucionarias de la época.
Respecto a la música y a las canciones solo puedo repetir lo mismo, magníficas e increíbles. El que mejor cantaba, sin duda alguna, Russel Crowe, con una voz imponente y entretenida, como la que más. No se quedaba atrás Hugh Jackman, que con un estilo diferente, más pausado, suave y relajado llegaba al alma. Eddie, típico actor que te suena mucho, pero del que no te sabes el nombre, es una voz intermedia, con canciones de todo tipo. En el lado de las mujeres, Amanda, también conocida por otro musical, Mamma Mia, y Anne Hathaway cumplían con canciones románticas y tristes, respectivamente.
Recomiendo a personas de todas las edades disfrutar de esta obra del cine moderno, y si tienes la capacidad de entenderla en inglés, verla en este idioma, que es como yo la he visto.
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