Comenzamos en Saint Jean Pied de Port y llegamos hasta la puerta del colegio, nada más y nada menos que 68 kilómetros en tres días. La primera etapa fue desde este pueblo de Francia cruzando los Pirineos hasta Roncesvalles. En esta etapa recorrimos 18 kilómetros de subida de los cuales unos cuantos no tuvimos agua, más tarde empezamos a bajar 3´8 km hacia Ronscesvalles por unos senderos donde mientras que aún estábamos bajando cayó la noche y estando más de una hora caminando solo con la luz de las linternas. Cuando llegamos a Ronscesvalles al ver las camas del albergue me ilusioné y gané fuerzas para la que sería la etapa más fácil de nuestro recorrido.
Nos despertamos con muchas ganas de comenzar la segunda etapa, desayunamos, nos rellenamos las cantimploras y partimos hacia Zubiri. Esta etapa la realizamos rápidamente ya que casi en la totalidad del camino era llano. Como llegamos pronto pudimos disfrutar de unas deliciosas gominolas. Esa noche no fue tan sobrecogedora ya que dormimos en un frontón.
Tras despertarnos con un dolor de espalda recordamos que ese día volveríamos a nuestras casas. No fue una etapa tan dura como la primera pero no tan fácil como la segunda. Yo me encontraba a la cabeza de los peregrinos junto a otros compañeros.
Hasta el próximo año.
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